Monólogo

Y para qué me ocupo de hablarte si la mitad del tiempo no me escuchas?
Para qué pido ayuda si solamente escuchas tus propias palabras?

Qué hago si me siento caer?
Qué hago si me siento desmoronar?
Hacia dónde puedo mirar?
Dónde me puedo sostener?

Solo me queda caer y no sostenerme, llorar y no parar, ver crecer el hueco del estomago sin saber que hacer hasta que me llene todo, hasta que me llene de tristeza o hasta que yo mismo me quede vacío en él.

Me queda dejarme ir y sumergirme en el sueño, en el lamento, el miedo y la pesadilla.
Me queda dejarme carcomer y ponerme el maquillaje para lucir fuerte como si nada y seguir así protegiéndote como una working mom.

Si tengo miedo, me atrapará y me devorará y tu no sabrás que hacer hasta que yo haya controlado la situación, harás el papel de niño asustado, de víctima desconcertada, de extranjero confundido.

Me dejarás caer y desmoronarme porque no crees en tu fuerza ni en tu valor y yo sabré que va a ser así y no esperaré a que me rescates. y de nuevo me sentiré solo, de nuevo me sentiré frágil, de nuevo tendré pesadillas.

No soy capaz de verte por dentro ni soy capaz de entender como podré agonizar en tu presencia sin que hagas nada. Tal vez trates de evadir el dolor distrayéndote o me hagas un reclamo egoísta, exigiendome no morir porque te quedarás solo si muero.


Mi deseo secreto sueña con que me rescatas, me confortas y me llenas el hueco del estómago con canciones y palabras dulces que sirven de alimento y de abrigo, con caricias que harán fuerte mi piel y la tuya y que dibujarán en nuestra boca una sonrisa invencible, en el pecho un corazón inagotable y en la mirada una dulzura infantil.